20 abril 2024

BABYMETAL: “Nunca he estado en un moshpit. Creo que me harían trizas”.

BABYMETAL: “Nunca he estado en un moshpit. Creo que me harían trizas”.

El trío de colegialas japonesas, que combinan metal con “pop idol”, fueron creadas para conquistar al geek incondicional de Japón. Entonces, ¿cómo se han ganado a los fieles metaleros de todo el mundo? La banda revela todo.

Esta es la cosa con BABYMETAL: todo el concepto es ridículo. Tres diminutas adolescentes japonesas, realizando una coreografía frente a una banda de músicos de sesión de heavy metal de mediana edad y cantando canciones sobre pedir chocolate. Es una tontería y, con razón, un verdadero fanático del metal debería odiarlo.

Pero, como se demostró en el festival Sonisphere de julio, no fue así. No hubo botellas con orina siendo arrojadas hacia BABYMETAL, una recepción que se ha prodigado con reservas a las novedades de los festivales de rock, desde Daphne and Celeste hasta Kelly Osbourne. En lugar de eso, se abrió un círculo del tamaño de Shinjuku, cuando la más genuina de las bienvenidas metaleras sobrevino: la alegre violencia jocosa.

De hecho, fueron tan bien recibidas en Sonisphere y en un espectáculo principal en el Forum de Londres, que regresarán para una vuelta victoriosa, con suficiente apoyo para tocar en Brixton Academy. Entonces, ¿por qué querría alguien de Gran Bretaña ver un grupo de pop-metal de colegialas recubierto de azúcar?

Key Kobayashi, más conocido como KOBAMETAL, el productor del grupo, atribuye su éxito a la alternativa de BABYMETAL a la regla del hombre blanco: “La música rock no ha cambiado mucho a lo largo de su historia”, dice. “Cuando un grupo del otro lado del mundo aparece de repente tocando algo tan extraño, capta tu atención”.

 



El vídeo de su exitosa canción Gimme Chocolate!! ha generado 17 millones de visitas en YouTube desde su publicación en febrero de 2014. Vestidas con corsés medievales y minifaldas con volados en negro y rojo, Suzuka Nakamoto (SU-METAL), de 16 años, Moa Kikuchi (MOAMETAL), de 15 años, y Yui Mizuno (YUIMETAL), bailan una coreografía súper linda frente a una estatua gigante de la Virgen María, respaldada por músicos vestidos con trajes de esqueleto, mientras un vasto mar de fanáticos colocan sus manos en una versión modificada de los cuernos del diablo basada en el Fox God, la entidad divina a la que se le atribuye la selección de BABYMETAL para emprender una búsqueda similar a la de Bill & Ted para reunir al mundo con el poder del metal. El vídeo termina con la desconcertante invitación de “nos vemos en el mosh’sh pit”.

Por más escandalosa que pueda ser su estética, su álbum homónimo de 2014 ha sido un serio contendiente en el mundo del metal: encabezó las listas de metal en iTunes en todo el mundo, a pesar de que la banda firmó solo en Japón y sus letras están en japonés; la cola en su reciente show en New York llegó a la mitad de la cuadra de la calle 34 y la 9° Avenida. Los gigantes del género, desde Slayer hasta Metallica y Anthrax, se han dedicado a tomarse fotos con las chicas detrás del escenario en los festivales.

“Si BABYMETAL hubiera sido estadounidense, puedes apostar que se habrían reído de ellas en todo el planeta, pero hay algo verdaderamente único en el entretenimiento japonés, que puede salirse con la suya vendiendo algo que es un poco ridículo e impensable”, dice Stephen Daultrey, director musical y editor de la revista de cultura extrema Bizarre. “Es una fascinación, realmente: estamos demasiado fascinados con BABYMETAL como para preocuparnos siquiera de si son buenas o no, o si fueron fabricadas”.


Sin embargo, el carácter artificial de su formación no es ningún secreto. De hecho, las tres miembros no tenían interés en el metal antes de unirse al grupo, ni siquiera sabían qué era. “Nunca he estado en un moshpit”, admite YUIMETAL. “Creo que me harían trizas”.

En cambio, llegaron al proyecto como miembros del grupo de chicas de secundaria Sakura Gakuin (del cual YUIMETAL y MOAMETAL todavía son miembros) y tenían la ambición de convertirse en estrellas en la floreciente industria japonesa del “pop idol”, compuesta por grupos manufacturados extremadamente jóvenes, que deben lucir empalagosos, inocentes y lindos en todo momento. En un esfuerzo por lograr que sus grupos se destaquen en este abarrotado campo, las agencias de talentos y los sellos discográficos están probando todo tipo de fusiones extrañas para capturar una porción del creciente mercado interno de fanáticos leales y obsesivos, conocidos como otaku (nerds de la cultura pop que se quedan en casa), cuyos ingresos disponibles impulsan las industrias del anime, el manga y la música de idols. Los resultados, uno de los cuales es BABYMETAL, son a veces tan emocionantes y experimentales como absurdos. ¡Echa un vistazo a la sobrecarga sensorial de Momoiro Clover Z, cuya canción Roudou Sanka fue escrita por Ian Parton del equipo de Go!; y Dempagumi.inc, cuya versión demente de Sabotage es partes iguales de Beastie Boys y Banana Splits.

Sin embargo, BABYMETAL ha progresado más allá del género de idols: “Cuando empezamos, sólo tocábamos en festivales de idols, pero ahora es como una mezcla extraña en la que reaccionan en parte como un público de idols y en parte como un público de rock”, dice SU-METAL. “Es un caos”.

La banda ahora se describe a sí misma como kawaii metal, kawaii significa “lindo” en japonés. Un espectáculo reciente que vi en Makuhari Messe en Chiba, cerca de Tokio, atrajo a 9 mil fans, la mayoría de los cuales no eran otaku sino chicos rockeros comunes y corrientes, adhiriéndose al tradicional código de vestimenta del metal: remeras negras y sudor. Una vez que superas la hilaridad inicial de un show de BABYMETAL, la calidad de la música comienza a emerger: solos de guitarra tremendamente supersónicos, órganos cargados con la perdición, bombos industriales de doble pedal, todo. La cantante principal, SU-METAL, puede ser diminuta, pero tiene una presencia imponente en el escenario y su estilo vocal distante se adapta bien a sus melodías metálicas.

El productor, KOBAMETAL, fusiona el sonido pesado que amó desde la infancia con el pop idol que domina las listas en Japón en este momento. Suena cínico ―es cínico― pero también está hecho con cuidado. “Ser colegialas significa que sólo pueden trabajar en el estudio hasta las 20 horas, pero las chicas saben que nunca se saldrían con la suya tomando atajos”, señala KOBAMETAL.

 

Líricamente, si no hablas japonés, te lo estás perdiendo. Sí, hay fragmentos en inglés para cantar en Gimme Chocolate!!, pero algunas de las letras japonesas de BABYMETAL son deliciosamente irónicas. Onedari Daisakusen, ofrece consejos prácticos a los adolescentes sobre cómo sacarle dinero extra al padre, con una combinación oportuna de masaje en los hombros y halagos, aunque también puedes leerlo como una idea de cómo funcionan los grupos de idols, estimulan a su principal base de fans de hombres otaku con billeteras gruesas y fetiches de Lolita.

Al ser un grupo de adolescentes, tienen algunas canciones de amor, pero más a menudo las letras son un poco más profundas. Megitsune trata sobre el poder seductor que las mujeres ejercen sobre los hombres, mientras que Ijime, Dame, Zettai, ruega al oyente que no se quede quieto mientras alguien está siendo intimidado.

“Mis amigos me dicen que soy una persona diferente [en BABYMETAL] que cuando estoy en clase”, sonríe YUIMETAL. MOAMETAL añade: “Mis amigos tuvieron mucha envidia de que tocáramos con Lady Gaga [con quién la banda estuvo de gira por Estados Unidos], pero también nos apoyan mucho. Cantan canciones de BABYMETAL cada vez que vamos al karaoke”.

Citando como una de las razones las limitaciones el equilibrar la vida escolar con los horarios de las giras, KOBAMETAL dice que no planea ir tras el éxito en el extranjero. Él dice que las chicas podrían intentar grabar algunas canciones en inglés, pero si suena basura, se apegarán a lo que mejor saben hacer y verán a dónde las lleva.

“Hemos llegado a fans de todo el mundo sin localizarnos en nada, el hecho de que BABYMETAL suene diferente de otras bandas de metal es lo que a la gente le gusta de nosotros”, dice. “Así que he llegado a pensar que tal vez deberíamos quedarnos como estamos”.


BABYMETAL tocará el 8 de noviembre en el O2 Academy Brixton, Londres.

 

Notas

Artículo de Daniel Robson para The Guardian, publicado el 07 de noviembre de 2014.

La traducción de las letras, de dejarlas entre paréntesis, daría lugar a malas interpretaciones, así que son colocadas aquí abajo con sus respectivas anotaciones.

Onedari Daisakusen: literalmente “Operación Mendicidad”. Mendicidad, de mendigo, de pedir. No como decía la nota de “Estrategia de manipulación”, aunque algo de eso hay.

Megitsune: en la nota simplemente  traduce como “vixen” (zorra) porque no tiene las connotaciones negativas que tiene en español. “Zorra” en el sentido de animal astuto simplemente.

Ijime, Dame, Zettai: literalmente “Bullying / acoso escolar, No, Absolutamente”.

Por último, me gustaría señalar que el realizar un paralelismo entre Onedari Daisakusen y los degenerados fetichistas de Lolitas es (irse al carajo, pasarse de la raya) absolutamente desagradable (¡¡¡UGH!!!). De otros dos o tres párrafos en esta nota, mantendré mi reserva.

 

Link ENG (original): https://www.theguardian.com/music/2014/nov/07/-sp-babymetal-interview-japanese-metal-pop

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